En la familia Cavecanem estamos felices, orgullosos y extremadamente agradecidos de haber recibido cuarenta y cinco mil visitas en este blog. Son once años de dedicación a la raza, en los cuales (a pesar de las apariencias) la pasión no ha disminuido.
Y digo "a pesar de las apariencias" porque son muchos los amigos que de una forma u otra me han hecho sentir su descontento por mi ausencia de los ruedos y del mercado de los cachorros. Les debo, quizás, una explicación.
Primero, acerca de las exposiciones: Durante los casi 20 años que llevo exponiendo perros, mi afición a ese aspecto de la cinofiilia siempre ha sido intermitente. Muchos motivos me acercan y me alejan esporádicamente del mundo de las exposiciones. Y creo que todos o casi todos los aficionados estarán de acuerdo en que los últimos años han sido francamente malos en ese sentido. A título muy personal, por comodidad de mi familia y de mis perros, a lo largo de todos esos años sólo salí dos veces de Caracas. Y en este momento tenemos casi cinco años sin una exposición dentro de los límites de la ciudad.
Probablemente cuando el interés de mis hijos o el mío propio se aproxime de nuevo hacia el show, volveré a los ruedos, como ha pasado otras veces. Pero de momento, estoy descansando de esa actividad, que puede ser bellísima, pero también desgastante y agotadora. Y no necesariamente benéfica para la raza.
En cuanto a la escasez de mi cría, no necesito decir más que solamente he buscado tener camadas cuando quiero un perro para mí. Tengo muchas reservas mentales acerca de la proliferación excesiva de la raza y no creo que se deba criar en abundancia, sobre todo tomando en cuenta que el pool genético de la raza en el país (y hasta en el continente) es no pequeño, sino diminuto. Felicito a todo aquel que se aventure e importe ejemplares que no estén relacionados con los que yo traje originalmente hace once años y han sentado la base del SBT en Venezuela. Sí, nos han dado perros magníficos, pero no pueden cruzarse entre sí indefinidamente.
Una vez dije, y lo repito, que lo peor que puede pasarle a una raza es ponerse de moda y caer víctima del exceso de reproducción y de los criadores comerciales. Hemos visto el daño que la excesiva popularidad le ha hecho a otras razas. Me causa mucha preocupación que esto le esté pasando al SBT. Si es así (y ya se están viendo muchos síntomas), creo que mis perros y yo seguiremos escondidos debajo de una piedra, y volveremos a salir cuando pase la moda.
